Este domingo se celebraba la sexta jornada del Campeonato Juvenil de Castilla La Mancha y tras la jornada de descanso, la derrota en casa y tres salidas, saldadas con una victoria y dos empates, los Juveniles del Alcázar de San Juan FS volvían al Pabellón Díaz Miguel con las ideas claras y trabajadas de que en casa no se podía perder otro partido para no descolgarse en la tabla clasificatoria.
No iba a ser fácil, recibía a unos de los equipos fuertes de la categoría, el Villahermosa FS, un equipo asentado, con un juego rápido, intenso y muy técnico, así en el minuto 3 los visitantes daban el primer golpe, con un gol de habilidad ante una defensa blanda del balón por los nuestros. Pero no se vino a bajo el Alcázar Fútbol Sala, durante todo el primer tiempo estuvo metido en el partido con una buena defensa y un contragolpe al que solo le falto la definición al segundo palo.
Fruto de la constancia de los alcazareños fue el tiempo muerto pedido por los visitantes, a 5 minutos del final del primer tiempo, ante la falta de clarividencia a la hora de romper el trabajo realizado por nuestros chicos en controlar sus salida de balón y la defensa de la portería ante sus finalizaciones. Aún así, el equipo local sufría muchísimo y el desgaste era enorme. Al descanso el resultado arrojaba un 0 a 1 a favor de los de Villahermosa FS, que reflejaba claramente que no iba a ser un partido fácil para ninguno de los equipos.
Pero esto es Fútbol Sala y los de Alcázar que salían con la intensidad de querer empatar el encuentro se encontraron con la jugada tonta del partido y el gol de la jornada y así en una contra bien llevada y con el equipo visitante cerrado atrás, ante el intenso juego, durante los cinco primeros minutos de la segunda parte, tras dos tiros a puerta seguidos, el rechace favorece al portero visitante que en su ánimo de sacar el balón de su área, coloca un tiro perfecto y centrado a la escuadra derecha del cancerbero local, que adelantado por la presión al que se estaba sometiendo a los visitantes, no pudo hacer nada para impedir que el balón entrase y los de Villahermosa se llevaran el premio del segundo gol, sin haberlo buscado.
En la cara de los alcazareños se vio el mazazo recibido, tras un trabajo bien hecho, bien trabajado y con una entrega al limite para que el rival no generara su juego y sus ideas, sacaban la bola de la red. El equipo local estaba tocado y dos jugadas después, había que dar gracias ya que la suerte se aliaba con los de Alcázar, que veían como el balón no entraba en estas jugadas precisas de los visitantes.
El equipo estaba a punto de romperse y hacía falta volver al partido, por lo que el entrenador local, no tuvo otro remedio que solicitar un tiempo muerto en el minuto 6 de partido de la segunda parte, sacrificando ese tesoro, ese comodín tan preciado en fútbol sala y que a veces resulta indispensable, pero había que volver al partido. El entrenador les pedía que siguieran, que llegaría el gol, que estaban en la línea de trabajo, que siguieran enchufados, motivados y metidos en el partido, que ese era el camino, esfuerzo, sacrificio y trabajo y sobre todo lucha e intensidad. Y así fue y un minuto después subía en una gran jugada el primer gol de los locales, festejado por banquillo y grada. Habían vuelto al partido y los de Villahermosa lo notaron.
Tres minutos después caía el segundo, el partido daba el giro necesario y el empate ya era una realidad. La grada, unas 30 ó 40 personas, no paraban de jalear a sus Juveniles, a sus jugadores, el Villahermosa se vino atrás, se le atascaron las ideas y aunque salían con gran categoría, sapiencia y técnica, sus jugadas eran todas cortadas y solventadas con unos alcazareños que se habían plantado con firmeza y señorío en la cancha del Díaz Miguel.
Fruto del trabajo, de la constancia, llegó el tercer gol del Alcázar Fútbol Sala Juvenil, en el minuto 33. Los chicos del Alcázar habían conseguido darle la vuelta al marcador y hacerse con el partido. A falta de 4 minutos los visitantes pidieron el tiempo muerto que tenían y lo usaron para definir su estrategia, portero/jugador, mientras los alcazareños recuperaban algo de aliento y las indicaciones de su entrenador seguían siendo las mismas: intensidad, intensidad, intensidad, trabajo, trabajo, trabajo y humildad para pedir cambio si no se podía seguir, para que otro compañero saliera a dar lo que les quedaba.
Tocaba sufrir y durante 4 minutos los del Alcázar defendieron la superioridad que da jugar con este tipo de sistema en su campo, llegando a soltar tres tiros largos a puerta que rozaron dos de ellos los palos de la portería contraria sin nadie bajo palos que hubieran sentenciado el partido a su favor. Pero no, por contra a falta de 16 segundos para la finalización, los de Villahermosa tendrían la última en sus botas. Con gran técnica acosaron al equipo local que se defendía bien armado atrás, pero fruto de buen movimiento de balón y del desgaste local conseguían meter la bola al pívot que tras un corte primero por el cierre de Alcázar, volvía a llegarle dentro del área el rechace y cuando ya se cantaba el gol, el portero local atajaba con su cuerpo el balón echándolo por la línea de puerta a córner, en una estirada de ultimo esfuerzo, ese ultimo esfuerzo que el entrenador local había pedido a sus chicos, cuando ya se encontraba batido.
Al pitido final los Juveniles de Alcázar sumaban tres puntos importantísimos, que los acercan al grupo de cabeza, ocupando ya la sexta plaza, con 8 puntos, un partido menos, dos victorias, dos empates y una derrota. La victoria ante un gran equipo de la categoría del Villahermosa, es resultado del trabajo que desarrollan estos chicos, del compromiso que tienen adquirido en sus entrenamientos y con ellos mismos.
El próximo domingo los juveniles del Alcázar Fútbol Sala jugarán en el Pabellón Gran Gaby, ante EFS Socuellamos, otro equipo nada fácil y con mucho que decir en esta Liga. Una liga, donde los juveniles del Alcázar FS este domino han demostrado que ellos también tienen mucho que decir y que son un equipo a batir.