Eduardo
Sánchez-Mateos Rubio, conocido futbolísticamente como “El Pichi”, falleció la
semana pasada a los 61 años de edad y víctima de un repentino trastorno
vascular irreversible.
El
Pichi fue jugador, entre otros equipos, del Alcázar C.F. en sus últimos años
antes de convertirse de nuevo en C.F. Gimnástico, durante la década de los
años setenta del pasado siglo y también de este nuevo equipo en sus primeros
años de funcionamiento.
Su
mejor momento le llegó de la mano de un mítico entrenador, Ángel Humaran, que
lo llevó, junto al portero Valbuena, a las filas del Cacereño en 3ª División.
Eduardo
era un jugador defensivo, fuerte y dotado de buena técnica y de un disparo
potente y preciso, con el que marcó algunos goles de lanzamientos directos, que
aún hoy son recordados por los buenos aficionados.
Su
último deambular futbolístico, ya en competiciones locales y posteriormente en
fútbol sala, lo hizo con la A.C.
Ábrego, formando parte de un equipo que llegó a ganar varios trofeos locales.
Como
compañero de juego durante bastante tiempo y como socio del Gimnástico en estas
últimas temporadas, lo tendremos siempre en la memoria y le deseamos que
descanse en paz.
J.
López Carreño
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